El Altar de Dolores es una actividad muy arraigada en Puebla que se quedó para siempre, explicó Margarita Melo, directora de la Casa de Cultura, sitio donde se montará el tabernáculo del 18 al 27 de marzo, acompañado de diversas actividades culturales en torno al tema de la Semana Santa.

Con motivo de la tradición de la Semana Mayor, como cada año en la Casa de la Cultura los trabajadores aportan su creatividad en la instalación del Altar de Dolores.

“Todos los compañeros de trabajo son los que realizan con creatividad este altar al pie de la letra. Es una tradición en vigencia que nos da la oportunidad de tener armonía comunitaria  e identidad, por eso seguimos con la persistencia de nuestras tradiciones, valores y creencias, tomando en cuenta todos los elementos que se llevan en múltiplos de siete, que caracterizan los siete dolores que padeció la virgen María por Cristo”, explicó.

Este altar contará con una combinación de elementos que le dan un carácter altamente simbólico: el color morado, dedicado a la pena y el luto; botellas redondas con agua de colores que simbolizan las lágrimas de la virgen; el trigo representa la eucaristía; las palmas, la gloria de Dios y su hijo; las coronas, la glorificación de la virgen; unas naranjas amargas caracterizan el sufrimiento de la virgen y, por último, el trigo germinado representa la fertilidad.

Para la representación de las lágrimas de la virgen, Margarita Melo informó que se seleccionaron artesanías de vidrio soplado y prensado elaborados por una fábrica que se dedica a realizar este tipo de trabajo desde 1935.  

“En Puebla esta tradición fue introducida por los primeros frailes franciscanos y se arraigó en el pueblo al transculturalizarla sobre las propias costumbres precolombinas; este hecho constituye una de las simbiosis más representativas en el mundo”, abundó la directora.

El Viernes de Dolores corresponde al sexto viernes de cuaresma, un periodo de penitencia y ayuno que da inicio el Miércoles de ceniza. Este día está consagrado a la virgen, en recuerdo de los dolores que padeció debido a la crucifixión de Cristo. 

Existe también un trasfondo prehispánico en el Altar de Dolores, ya que la celebración de la Semana Santa coincidió con las fiesta de fertilidad de los mexicas, es por eso que en el altar se ve una ofrenda dedicada al inicio de la época de siembra, la ofrenda contiene semillas de amaranto, lenteja y chía.

Recordó que en 1976 se comenzó a montar el Altar de Dolores en la Casa de Cultura de Puebla. “Primero fue muy discreto, muy bonito y tradicional, incorporando todos los elementos representativos; ahora es mucho más vistoso y grande, pero siempre retomando lo que se hacía en la casa de todos los poblanos que, como se sabe, tenemos mucha tradición religiosa respecto a este tema”.

 El Altar de Dolores puede ser visitado todos los días en horario de 10:00 a 17:00 horas hasta el Domingo de resurrección: 27 de marzo, con excepción del viernes 25 de marzo, fecha en la que la Casa de Cultura permanecerá cerrada. La entrada es libre.

 

 

Información: AJR

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